Guerra. Historias de Ucrania

Los ucranianos cuentan cómo viven durante la guerra

«Huir ahora es seguir huyendo toda la vida», Oleg, 36, Lugansk – Kharkiv

por | 6 marzo 2022 | Guerra. Historias de Ucrania, Kharkiv

 

Oleg Romanyuk tiene 36 años, es enfermero de formación, pero recientemente ha trabajado en la cocina de un restaurante. Oleg es de la región de Lugansk. La distancia desde su antigua casa hasta la línea de demarcación, que esistía antes de la ofensiva rusa a gran escala, es de 15 kilómetros. Ahora Oleg vive en Kharkiv. El 24 de febrero de 2022, a las 5 am, lo despertaron los sonidos familiares de las explosiones. 

«Sé cómo suena: los proyectiles de artillería y las minas silban al acercarse, los cohetes de GRAD zumban, los de TORNADO susurran. Los misiles y las bombas aéreas no se escuchan y es cuestión de suerte. Si se escucha un chasquido corto sin eco, es la defensa aérea. No esperaba escuchar tales sonidos en Kharkiv, pero inmediatamente comprendí qué debía hacer. Me levanté y con calma llené los depósutos con agua mientras la había, encendí la lavadora, miré que era lo que me faltaba, y que necesitaba comprar más”, dice Oleg.

No planeaba irse de Kharkiv ni siquiera recoger una mochila de emergencia. 

«Si tuviera un hijo, pensaría en enviar a la familia lo más lejos posible de aquí. Pero vivo solo, no tengo hijos, y ni siquiera pensé en irme. Huir ahora es seguir huyendo toda la vida. Perdí mi casa allí, todavía tengo que huir de aquí, ¿a dónde? Solo defiénderse, hacer algo ”, dice Oleg.

En febrero de 2014, cuando continuaban los enfrentamientos en las regiones orientales, Oleg y sus colegas organizaron un centro médico en la Administración Estatal Regional de Kharkiv. Este año tiene un deja vu: vuelve a trabajar en el centro médico de la administración estatal regional. El 1 de marzo, cuando un cohete ruso dio al edificio, Oleg iba al servicio. 

Aún se desconoce dónde seguirá funcionando su centro médico, pero Oleg no va a dejar de hacer voluntariado. Le sorprende gratamente la unidad y autoorganización de las personas, tanto entre los voluntarios como en la defensa territorial. Encuentra apoyo en la comunicación, incluso cuando se queda en casa: tiene conexiones con amigos y familiares en toda Ucrania. 

Oleg vive en el sector privado, el sótano de la casa con ventanas con barricadas le sirve de refugio, está a 7-10 minutos de la estación de metro o tren. Él dice que su distrito tiene suerte: no hubo impactos cercanos de misiles. E incluso todos a los soldados rusos que corrieron cerca durante el combate de la calle fueron capturados allí. 

Los familiares de Oleg viven en los territorios ocupados, en la llamada «RPL». En los primeros días de la ofensiva a plena escala en la región de Luhansk hubo terribles batallas. Ciudades enteras, como Schastia, casi han sido borradas de la faz de la tierra. Oleg tiene suficientes razones para la ansiedad. Al mismo tiempo, confía en que, a pesar de todas las bajas y la destrucción, la guerra terminará con la victoria de Ucrania. 

“Sueño con que todo acabe lo antes posible, pero que nos devuelvan todos nuestros territorios. Y que este bastardo pague la reconstrucción de nuestras ciudades. Que dentro de unos años Ucrania se vea mucho mejor que antes de la guerra».

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