Guerra. Historias de Ucrania

Los ucranianos cuentan cómo viven durante la guerra

«¡Las mujeres no deben dar a luz en tales condiciones! ¡Esto es un absurdo absoluto! El centro de Europa, siglo XXI… », Kyrylo Ventskivskyi, 37 años, Kyiv

por | 17 marzo 2022 | Kyiv

Illustrated by Galochka Ch

«Entonces, en el sótano, nació un niño, lo nombraron Fedir», dice el ginecólogo obstetra Kyrylo Ventskivskyi, y su voz se suaviza cuando dice el nombre del recién nacido. Estos fue el primer parto en la práctica de 15 años de Kyrylo, que atendió en tales condiciones, en el sótano del Centro Perinatal de Kyiv durante un ataque aéreo. No puede recordar la fecha exacta en que sucedió. Explica que los primeros días de la invasión rusa en Ucrania a plena escala se fusionaron en un día muy largo.

Los trabajadores de la salud tardaron unos días en desarrollar un algoritmo claro para actuar en la nueva realidad. Su centro tiene dos sótanos, y en los primeros días hubo casos cuando los médicos que iban a atender el parto se encontraban en diferentes refugios.

«Fedor nació y lloró, entró el esposo de la puérpera. Todos estaban muy contentos de que todo saliera bien. Y luego digo que el niño debe ser examinado por un pediatra, y ése está en otro refugio”, recuerda Kyrylo. Entonces todos tuvieron suerte: el parto salió bien, por lo que la ausencia de un pediatra no fue crítica. Pero podía haber sucedido que no habría tenido suerte.

También Kyrylo recuerda que en los primeros días era muy difícil moralmente: «No estábamos moralmente preparados para tal desarrollo de la situación y, lo que es más importante, nuestras pacientas tampoco lo estaban. Su condición ya está bastante vulnerable. Tuvimos que brindarles atención médica y de alguna manera suavizar estos momentos psicológicos, porque las mujeres primero bajaban a los refugios y luego comenzaban a llorar que no querían y no podían bajar al sótano con sus cosas varias veces a la noche y luego volver a las salas, era difícil para ellas. Hablábamos con ellas, buscábamos un trato especial a cada una».

Después de la noticia sobre el bombardeo del hospital de maternidad en Mariupol, el nivel de ansiedad entre las pacientas del Centro Perinatal ha aumentado, dice el médico: «Esta noticia conmocionó a los médicos y asustó mucho a nuestras pacientas», agrega Kyrylo.

Desde el comienzo de la invasión a gran escala, la mayoría de los médicos del Centro Perinatal no han salido del hospital: trabajan las 24 horas del día, los siete días a la semana. Kyrylo Ventskivskyi es uno de ellos. Durante los 20 días de la guerra estuvo en casa dos veces y dos veces salió a la ciudad para comprar medicinas y alimentos y para visitar a sus abuelos. «Y el resto del tiempo estamos aquí con nuestras pacientas», dice.

A pesar de la coordinación de las acciones de los médicos y sus intentos de proporcionar a parturientas y puérperas las condiciones más cómodas y seguras, Kyrylo Ventskivskyi señala: estas no son de ninguna manera las condiciones en las que deben nacer los niños.

«Los sótanos del Centro Perinatal en Kyiv son sótanos comunes donde no hay ningunas condiciones para el parto», dice. – Llevamos allí algunas camas, muchísimas sillas, porque durante la alarma aérea la gente viene al refugio incluso de los edificios vecinos, donde no hay sótanos. Hemos reunido un poco de lo que se necesitaba para el trabajo, hemos creado una reserva  de agua, de alimentos que no se echan a perder, medicinas, traído linternas y frazadas. En el sótano, donde tenemos una unidad de cuidados intensivos pediátricos, hemos instalado incubadoras transportables y lo necesario para el trabajo. Pero todavía son solo sótanos, donde ni siquiera hemos puesto todo lo que se requiere, sino lo más necesario.

Kyrylo Ventskivskyi explica que la temperatura óptima en la sala de partos es de 26 grados y que no debe haber ningunos corrientes de aire. Incluso con calentadores, la temperatura en el sótano es mucho más baja. También en el sótano es imposible calentar pañales, que se utilizan para secar a los recién nacidos y cubrirlos cuando se los coloca sobre el pecho de la madre. «Y ya ni hablar sobre la asepsia y los antisépticos: el local no es estéril. Lo único que tenemos son instrumentos estériles, que apenas sacados del paquete hermético, dejan de serlo”, dice Kyrylo.

«¡Las mujeres no deben dar a luz en tales condiciones! ¡Esto es un absurdo absoluto! El centro de Europa, la capital de un país europeo, el siglo XXI…”, dice al final.

  Anotado: 17 de marzo de 2022.

Traducción: Oleksiy Pelypenko

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