Guerra. Historias de Ucrania

Los ucranianos cuentan cómo viven durante la guerra

“Ya no sé qué me puede dar miedo. Lo peor ya ha pasado”, Bohdan, 28, Debaltseve – Khárkiv

por | 3 marzo 2022 | Guerra. Historias de Ucrania, Kharkiv

 

Bohdan Syniavskyi tiene 28 años, es actor y músico. Nació en la ciudad de Debaltseve, región de Donetsk. Lleva viviendo en Khárkiv desde 2010, por lo que no ha presenciado las batallas de Debaltseve ni la invasión del 2015. Sin embargo, si que ha presenciado los combates de Khárkiv.

Recuerda que los días del 22 al 24 de febrero de este año fueron tensos. Él y su esposa compraron algunos alimentos no perecederos. Entre los dos decidieron que en el caso de un ataque ruso a gran escala, no abandonarían la ciudad. El abuelo de la esposa es inválido, por lo que era imposible dejarlo solo, además la pareja tenía un gato, un perro, un conejo y un peсesito. El día 24, Bohdan sintió que algo iba a ocurrir. Por eso no durmió aquella noche. A las 5 de la mañana escuchó las explosiones y despertó a su esposa. Juntos se sentaron en un pasillo sin ventanas y se pusieron a pensar qué hacer.

“Yo creía que estábamos moralmente preparados, al menos yo. Pero cuando comenzó todo, me di cuenta de que eso no era del todo verdad – dice Bohdan. – Aún me cuesta creer que esto realmente esté sucediendo. Es una especie de estado de semi-shock».

Por fin, la familia se mudó al sótano debajo del bar de sus amigos cerca del centro de la ciudad. A día de hoy, hay 16 personas alojadas allí, una de ellas – una mujer embarazada de casi 9 meses. El local está habilitado para una cocina, por lo que las mujeres comenzaron a hornear el pan, que los voluntarios reparten por la ciudad. Muchas tiendas de Khárkiv están cerradas debido a considerables destrozos, apagones, interrupciones en el suministro de agua o calefacción. Las farmacias están medio-cerradas, por lo que las personas que saben vender medicinas, abren las cerraduras (previo permiso de los propietarios) e informan a la gente de la disponibilidad a través de los chats de voluntarios. Estos chats y canales de telegram son las principales fuentes de información, ya que la comunicación en la ciudad es inestable.

Al tercer día de la agresión, Bohdan y su amigo se ofrecieron como voluntarios para la Administración Estatal Regional de Kharkiv e ingresaron a la Defensa Territorial. Bohdan no tenía ninguna experiencia de combate ni experiencia con las armas, por lo que él y su amigo fueron inscritos en la “decena» de voluntarios. Cuando comenzaba el toque de queda, Bogdan regresaba con su mujer, y su amigo se quedaba de guardia en la Administración Estatal Regional.

Así fue la noche del 1 de marzo, cuando un misil ruso impactó en el edificio de la Administración Estatal Regional.

«Nos despertó una explosión. Tuvimos la sensación como si acabaran de dar en nuestra propia casa, dice Bohdan. «El amigo que se había quedado allí de guardia, estuvo fuera del contacto durante un tiempo, pero finalmente dijo que estaba a salvo”.

El día anterior también fue muy complicado. Las tropas de ocupación comenzaron a bombardear abiertamente las zonas residenciales, muy cerca del centro de la ciudad.

«No era miedo, era más bien furia lo que sentía», dice Bogdan.

«Sinceramente, en esta vida, ya no sé qué me puede dar miedo. Lo peor ya ha pasado. Solo temo por la vida de mis familia, amigos, conocidos; por cada persona de esta ciudad, de este país. Sueño con que esto termine a nuestro favor, y así será».

En los próximos días, Bogdan va a ser voluntario en un punto de recepción de ayuda humanitaria. Además añade: «Hoy ya no hacemos planes a largo plazo”.

Estoy totalmente seguro de esos chavales que hoy están en la primera línea del frente, que agarran las armas y van a repeler las tropas del segundo ejército más potente del mundo, al que todos temíamos. Cada ucraniano hace lo que puede. Si no puedes ser útil, tienes que esconderte y proteger tu vida, para que cuando ganemos, podamos reconstruir la ciudad para que recobre la vida.

 

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