Guerra. Historias de Ucrania

Los ucranianos cuentan cómo viven durante la guerra

«Un proyectil cayó cerca de la iglesia junto a mi esposa e hijos, y los alcanzó a todos a la vez», Serhii Perebyinis, 43 años, Irpin

por | 16 marzo 2022 | Guerra. Historias de Ucrania, Irpin

«Mis familiares se dirigieron  hacia [el área de] Romanivka a través del puente volado en Irpín. Delante iba mi esposa con hijos y perros, y detrás su padre, mi suegro, quien empujaba la silla de ruedas con su mujer, la madre de Tetiana. El primer proyectil lanzado por un mortero cayó en el valle del río, a la derecha de ellos. Tetiana y sus hijos corrieron hacia adelante y se escondieron debajo del puente. En ese momento, un segundo proyectil cayó debajo del puente. Allí, una familia fue acribillada en el acto. Quizás por esto la esposa e hijos decidieron abandonar aquel lugar y correr hacia adelante. En Romanivka fue necesario cubrir 600 metros hasta el autobús. En algún lugar en medio de este camino, cerca de la iglesia, cayó  junto a ellos cayó el tercer proyectil, que los alcanzó a todos a la vez», dijo Serhii Perebyinis, ingeniero programador de 43 años de Irpín.

El 6 de marzo la familia de Serhii trató de escapar de los bombardeos rusos. Entonces los invasores intentaban tomar Irpín. En aquel momento, Serhii estaba en Donetsk, que había sido ocupado por grupos armados respaldados por Rusia desde 2014. Allí, el hombre cuidaba a su madre  enferma de COVID. Perebyinis llegó a Donetsk una semana antes de la guerra. En cuestión de días, las autoridades de ocupación anunciaron la movilización. Serhiy tenía el domicilio registrado en Donetsk, por lo que podría ser llevado a las filas de los militantes. 

El 24 de febrero, el primer día de la guerra a gran escala de Rusia contra Ucrania, su esposa escribió que algo había volado por encima de su casa. Serghii instó que ella preparara la maleta de emergencia. Él mismo trató de salir de la ciudad, pero fue en vano. En ese momento, el ejército ruso ya bombardeaba Irpin desde el lado de la ciudad de Bucha ocupada por él. Al principio, los familiares de Serhii se escondían en los pasillos. Cuando el 3 de marzo los invasores rusos dispararon morteros contra su casa, la familia bajó al sótano y pasó allí dos noches. El 5 de marzo subieron al apartamento y hablaron con Serhii sobre el plan de la partida. 

«Discutimos dos opciones: ir en coche hasta [el pueblo de] Stoyanka, o dejar el coche y cruzar el puente a pie. Por supuesto, le pedí disculpas a mi esposa por no estar con mi familia. Pero ella no perdió el optimismo y dijo: no te preocupes, lograremos salir. Esto ya lo vimos en 2014. Podremos. Pero no pudieron», recuerda Serhiy su última conversación con Tetiana.

La familia bajó al sótano y allí no había conexión con ellos. A la mañana siguiente, según la geolocalización en el teléfono de su esposa, Perebyinis vio que ella se encontraba en la autopista de Zhytomyr entre Kyiv y Stoyanka. 20 minutos más tarde, la geolocalización mostró que su esposa estaba en un hospital de Kyiv.

«Telefoneé a amigos que vivían en aquella zona. Les pedí que de inmediato fueran al hospital y averiguaran qué estaba pasando. Después de un tiempo, vi en Twitter un mensaje de que unos proyectiles de morteros habían caído sobre Romanivka y una familia murió: un hombre, una mujer y dos niños. Y luego allí apareció la primera foto en la cual reconocí a todos, dice Serhii. Llamé a mis amigos en Kyiv. Dije que los niños, los hijos yacían en el pavimento, estaban muertos, esto no era un fraude, era cierto. Que los reconocí, que ellos buscaran a mi esposa en el hospital. Y luego vino el primer video que dejó todo claro».

En el video apareció la familia de Serhii. Todos murieron.

El hombre tardó tres días en llegar a Irpín para enterrar a su familia. Primero fue a Rusia, luego a través de Polonia, a Lviv, y de allí a Irpín.

La esposa de Serhii fue herida con metralla de mortero en el pecho y el cuello. El hijo resultó más dañado porque estuvo más cerca del centro de la explosión y en realidad protegió con su cuerpo a la hermana menor. Los fragmentos del proyectil le dieron al lado izquierdo del cuerpo, de la cabeza a los pies. A la hija un fragmento le dio en el templo izquierdo, y la mató.

Tetiana trabajó como directora financiera en una compañía de TI. La compañía trasladó a sus empleados a Polonia, pero la mujer se negó porque no quería dejar a sus padres enfermos. El hijo Mykyta, de 18 años de edad, estudiaba en la Universidad Nacional Taras Shevchenko de Kyiv para programador. La hija Alisa, de 9 años, estudiaba en el colegio.

Serhii presenta documentos a la fiscalía y a los tribunales internacionales para que la tragedia de su familia no pase inadvertida. Quiere darle a la historia la máxima publicidad, porque lo que Rusia le ha hecho a su familia es un crimen contra la humanidad. Serhii se da cuenta: «No devolveré nada mío, pero quiero encontrar la verdad y la justicia en la corte».

  Anotado: el 16 de marzo de 2022.

Traducción: Oleksiy Pelypenko

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