Guerra. Historias de Ucrania

Los ucranianos cuentan cómo viven durante la guerra

”Pero estaba muy preocupada por mis padres. Ellos se quedaron en Kyiv y se negaron a evacuarse” Daryna, Kyiv

por | 4 marzo 2022 | Guerra. Historias de Ucrania, Kyiv

 

Foto de Katya Moskalyuk

Daryna vive en Kyiv en el distrito Solomianskyi. Antes de la guerra ella era entrenadora de gimnasio. El motociclismo es su segunda afición. Le encantaba enseñar a conducir motos. El día 23 de febrero como un día cualquiera estaban paseando con su amigo después del trabajo. Pero ya al día siguiente, el 24 de febrero salieron a todo correr de la capital en dirección al occidente del país. Daryna recuerda: «Me desperté y tras ver las noticias hice maleta en una hora. No recuerdo oír las sirenas de alarma, las oí ya al llegar a Lviv.» Su moto quedó en Kyiv.

Antes el viaje en coche de Kyiv a Lviv duraba entre 5 y 6 horas. Pero aquella vez no fue así. Con todas las paradas y atascos tardamos en llegar un poco menos que dos días. Trasnochamos en una gasolinera. Al  llegar a Lviv decidimos quedarnos allí, dado que a los hombres no les dejaban salir al extranjero. Las dos primeras noches quedamos en el coche. Luego los padres  de Daryna mandaron a su hermano menor para que se uniera a ella. Tiene 15 años. Ahora viven todos juntos en el asilo.

Al salir de Kyiv Daryna recogió la ropa para frío, documentos y el cepillo de dientes. No tenía la maleta de emergencia hecha pero en su casa siempre tenía las cosas bien organizadas.

«Yo no temía mudarme. Pero estaba muy preocupada por mis padres. Ellos se quedaron en Kyiv y se negaron a evacuarse. Siento pena y aflicción por ellos»

Ahora Daryna está pasando el día entre seguir las noticias y dar paseo un rato. En el asilo hay comida y objetos de higiene, agua caliente, el baño y la ducha.

Para el futuro próximo ella tiene el plan. Su novio se queda en Lviv e irá a buscar un empleo. Ella se irá al extranjero junto con su hermano.

«El dinero que tenía lo gasté para comprar billetes, no queda para para más cosa. Ahora procuro no estar pendiente de noticias en todo momento y no perder el ánimo. Tengo el sueño, más bien un fuerte deseo de que esto termine y quedemos todos sanos y salvos. Que estemos juntos y mantengámonos unidos».

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